Anorexia en perros y gatos

¿Anorexia en perros y gatos? Sí, existe. Aprenda a detectarla.

Aunque, claramente, no atiende a un asunto de imagen corporal, como en los humanos, los perros y gatos están expuestos a padecer anorexia.

Esta enfermedad, que consiste en dejar de comer y en la pérdida abrupta de peso, puede atacar a nuestras mascotas por dos razones: alguna dolencia física o trastornos psicológicos.

Padecimientos de tipo infeccioso, respiratorio o intestinal y, en general, cualquier malestar que ocasiones indisposición generalizada o que cause dolor al animal, es motivo suficiente para que deje de comer.

Los tumores que afectan el funcionamiento del cerebro también pueden provocar el cese de la alimentación. Si este órgano vital no “camina” bien, no manda los estímulos ni las órdenes para que la mascota tenga la sensación de apetito.

En cuanto a los detonantes psicológicos, uno de estos puede darse cuando el perro o gato sufre un cambio drástico en el entorno, el cual le provoque ansiedad, estrés o miedo. Por ejemplo, la separación repentina de su amo -ya sea por muerte del dueño o por otras causas- o la soledad, es decir, cuando el animal pasa sin compañía por períodos largos.

Como en los humanos, el envejecimiento y la falta de apetito que sobreviene con esta etapa de la vida también puede ser causa de anorexia.

¿Cómo la detecto en mi mascota?

La excesiva delgadez es uno de los síntomas más notorios. Sin embargo, también preste atención a los siguientes:

-Palidez

-Fiebre

-Dolor generalizado

-Icteria (coloración amarillenta de la piel, los ojos y las mucosas).

-Cambios en el tamaño de los órganos

-Barriga hinchada

-Dificultades respiratorias

-Disminución del ritmo cardíaco

-Afección en los pulmones

Si sospecha que su perro o gato podría estar sufriendo anorexia, siga el consejo esencial de siempre: acuda al Médico Veterinario.