Las enfermedades pueden ir más allá de lo físico y escalar a otros ámbitos, condición de la que no escapan nuestras mascotas.
Por eso, la depresión es un padecimiento más frecuente de lo que pensamos en animales.
¿Cómo detectarla? ¿Cómo diferenciarla de una enfermedad física? ¿Cómo evitar que mi perro o gato la sufran? ¿Cómo tratarla?
Estos son los consejos del médico veterinario Óscar Robert:
¿Cómo la detecto?
Según el especialista, la los perros y gatos son muy dados a caer en depresiones. Por eso, preste atención a los síntomas:
-Tristeza
-Falta de energía
-Duermen mucho
-Falta de apetito
-Aislamiento (se esconden)
-Cambios en el relacionamiento con el dueño y con las demás personas. Se vuelven más distantes, principalmente los perros, que son más sociables.
“Los gatos son muy sensibles. Además de que se ponen inactivos, dormilones, inapetentes, muchas veces presentan problemas de orina, tienen espasmos de uretra. Con solo que les cambien a la señora que limpia en la casa, vienen enfermos, porque se les cambia la rutina”, asegura el experto.
¿Puede ser el amo el responsable de la depresión del animal?
“Sí, claro. Muchas veces es culpa del amo, porque vuelve al perro demasiado dependiente y, si el amo tiene que hacer un viaje largo, el animal va a sufrir mucho durante todos los días en que el amo no esté”, enfatiza Robert.
¿Qué hacer, entonces?
-Déjelo solo en casa por períodos cortos desde que sea cachorro.
-No esté todo el día con el perro alzado. Dele su espacio.
“De lo contrario, entran en lo que se conoce como ansiedad por separación, que son los perros que, cuando el dueño se va al trabajo, se quedan ladrando, arañando puertas y demás porque quieren irse con el dueño. Ese es un problema de dependencia”, agrega el médico.
¿Enfermedad física o depresión?
Según explica Robert, los animales deprimidos no presentan vómitos, diarreas, convulsiones, temblores, ni síntomas clínicos que orienten a una enfermedad física.
¿Cuáles pueden ser detonantes?
-La separación del dueño por unos días.
-El cambio de ambiente.
“Es muy común que se dé cuando los propietarios salen del país dejan al perro en un hotel. Los animales dejan de comer, por depresión.
“Hay gente que se pasa de casa y no aceptan mascotas en los condominios, entonces los tienen que regalar y entran en unas depresiones superfuertes”, comenta el doctor Robert.
-La muerte de “un amigo”. Por ejemplo, cuando en una casa conviven dos mascotas y una de ellas muere, es muy probable que la otra se deprima.
-El fallecimiento del propietario.
¿Implicaciones de una depresión?
“Cuando las depresiones son fuertes y los animales dejan de comer, terminan con unas gastritis terribles”, señala Robert.
¿Cuáles son los tratamientos?
Como siempre, un padecimiento debe diagnosticarlo el médico veterinario, quien le recomendará el procedimiento adecuado para tratar la depresión en la mascota. Muchas veces proscribirá un medicamento.
No obstante, también puede ayudar al animal de las siguientes maneras:
-Sáquelo de la rutina. Llévelo al parque o a dar un paseo caminando.
-Nadie conoce mejor a su perro o gato que usted. Si tiene dos mascotas en casa y sabe que una va a fallecer, empiece a trabajar el desapego con la otra.
“Hay que empezar a prepararlo, a sacarlo más ratos. Incluso, se puede empezar a medicar antes”, recomienda el especialista.
-Si va a salir de viaje y lo va a dejar con un cuidador, que compartan varias veces antes de que usted se vaya.
“Que la persona que lo va a cuidar lo lleve al parque, a jugar, le dé de comer, etc., para que el perro se sienta bien y ya no la vea como extraña”, concluye el veterinario.